¿Mal aliento? La halitosis es un problema común
La halitosis afecta a un porcentaje elevado de personas que probablemente no saben que la tienen o no saben cómo tratarla.
La halitosis es una condición que produce mal aliento, el cual no proviene necesariamente del estómago, sino de las bacterias que están dentro de la boca.
En este sentido, es bueno aclarar dos puntos. Primero, hay estudios que han revelado que la mayor cantidad de halitosis, del 90 al 95% para ser exactos, proviene de la boca, no del estómago. Esto quiere decir que ciertamente hay cierta influencia del estómago en el mal aliento, pero la mayor parte se le atribuye a una condición bucal. Segundo, para nadie es un secreto que en la boca de todo ser humano, sin excepción, existen millones de bacterias. Sin embargo, esto no es razón para tener halitosis o mal aliento, lo cual es un dato comprobable.
¿De dónde proviene la halitosis?
Específicamente, la halitosis surge de las bacterias que se encuentran en las encías y en la lengua. Estos microbios originan una sustancia que contiene azufre, lo que produce el mal aliento.
Es por esto que la saliva tiene un papel importante para la salud bucal, ya que ésta es la que remueve las bacterias que producen la halitosis. Un ejemplo de esto, es el mal aliento que tenemos por las mañanas a causa de la falta de saliva en nuestra boca mientras dormimos.
En ocasiones, una encía inflamada puede alojar bacterias que un simple cepillado no puede remover, promoviendo así las posibilidades de padecer de halitosis o mal aliento.
Tomando en cuenta todo esto, es preciso combatir el mal aliento con tres pasos básicos: cepillado, hilo dental y colutorio. Recuerda que muchas personas pueden sufrir de halitosis y no saberlo, por eso evita una condición avanzada de mal aliento siguiendo estos tres sencillos procedimientos con regularidad.
¿Qué es el Bruxismo, qué lo causa y cómo tratarlo?
Todas aquellas personas, que por alguna razón u otra han adquirido el hábito de rechinar los dientes, pueden padecer de bruxismo.
Tanto apretar los dientes sin razón alguna, como realizar movimientos a presión con la mandíbula inferior hacia la superior, ya sea de manera circular como de adelante hacia atrás o de un lado a otro, son indicios de bruxismo.
Ejercer presión entre los maxilares es un habito que se adquiere y se desarrolla de manera inconsciente y que se puede manifestar en una persona mientras este dormido o despierto. Por esto, el bruxismo puede traer serias consecuencias tanto para la salud bucal como para la del cuerpo en general.
Causas del Bruxismo
Aún no se determinan a ciencia cierta cuáles son las verdaderas causas del bruxismo o de dónde proviene la inclinación de algunas personas para adquirir la costumbre de presionar sus dientes. Algunos piensan que el estrés es el principal causante de esta condición. Otros odontólogos hacen énfasis en posibles impulsadores del bruxismo como los hábitos de sueño, la postura, la alimentación o una mala alineación de los dientes.
Cómo se trata
En algunos centros especializados en el tratamiento del bruxismo recurren al método de las férulas, este consiste en instalar unos protectores dentales en la boca que evitan el bruxismo mientras la persona afectada duerme. Lo que se busca con esto es terminar con el dolor sintomatológico y preservar la dentadura.
Otros, en cambio, combaten los síntomas del bruxismo haciendo énfasis en tratamientos para lidiar con el estrés, ya sea a través de ejercicios de relajación o con masajes en la zona de dolor.
Ten presente que solo un dentista puede diagnosticar el bruxismo. Si sientes alguno de estos síntomas acude de inmediato a donde un especialista, para así, prevenir eficazmente las consecuencias de este mal.
¿Cómo evitar la Caries Dental a tiempo?
Uno de los trastornos más comunes en materia de odontología, entre personas de todas las edades, es la caries dental.
La razón de la caries dental es la siguiente:
Las bacterias que se encuentran en la boca convierten a los alimentos, sobre todo a los azúcares y almidones, en ácidos. Estos, combinados con la saliva, los restos de los alimentos y las bacterias forman lo que llamamos placa, que es una sustancia de consistencia pegajosa que se incrusta a los dientes. Comúnmente, se ubica en los molares posteriores, encima de la encía y al borde de las obturaciones.
Cuando dicha placa no se remueve de los dientes a tiempo, se convierte en sarro. Tanto la placa como el sarro irritan las encías, lo que produce periodontitis y gingivitis.
El esmalte se daña con los ácidos en la placa, causando así orificios en los dientes y a los cuales llamamos caries dental.
Consecuencias
Con el debido cuidado, la caries dental puede detectarse a tiempo en un examen de rutina. Con esto puedes evitar el dolor de muela y dientes y los desagradables agujeros en ellos.
Si la caries dental se complica podrías sufrir también de fracturas en los dientes, sensibilidad dental, incapacidad de morder o absceso dental.
Recuerda que mientras más consumas carbohidratos, como azúcares y almidones, más probabilidades tendrás de sufrir de caries dental.
Prevención
Es importante que sepas también que la placa inicia su acumulación en los dientes 20 minutos después de haber ingerido los alimentos. Lo que significa que tienes este tiempo para removerla y evitar la caries.
Además del cepillado, es recomendable que prevengas la caries dental acudiendo a tu médico para que te realice una limpieza regular profesional, cada 6 meses preferiblemente, y evitando comer azúcares y almidones o por lo menos reduciendo su consumo.
El DCM y la Articulación Temporomandibular
El movimiento de la boca para abrir y cerrar es posible gracias a la articulación temporomandibular o ATM.
Acciones como masticar, bostezar, tragar, hablar, se logran a través de la articulación temporomandibular, ya que ésta articula la mandíbula con el hueso temporal del cráneo.
La articulación temporomandibular consiste en un conjunto de cinco pares de músculos que trabajan siempre unidos para movilizar la mandíbula sin ningún inconveniente.
Síndrome de disfunción craneomandibular o DCM
Cuando la articulación temporomandibular no funciona correctamente, causando dolor o molestias, se denomina Síndrome de Disfunción Craneomandibular.
La causa de este síndrome radica en el desplazamiento de la mandíbula al unir los labios porque los dientes no cierran de la manera en que deberían, ocasionando así una alteración en la posición de los cóndilos mandibulares de la articulación temporomandibular.
La población afectada por este mal circula alrededor del 80%, siendo la edad promedio 34 y donde por cada tres mujeres habrá un hombre que la padezca.
Los síntomas de esta condición en la articulación temporomandibular son los siguientes:
- Dolor: En uno o en ambos oídos y con ellos en las ATM, que se puede dispersar como un dolor de cabeza, sobre todo en las sienes. También altera las mandíbulas, garganta, cuello, entre otras.
- Ruidos: Como crujidos de dientes, chasquidos o pitidos.
- Síntomas funcionales: Puede suceder que no se pueda abrir la boca o masticar. Saltos y luxaciones en las articulaciones, apretar los dientes, rechinar, dificultar para escuchar.
- Otros: Se siente adormecimiento en los músculos de la cara, picor en la garganta y oído, molestias en la visión, resequedad de la boca, nerviosismo, etc.
Adquiriendo hábitos como masticar correctamente los alimentos, cuidando la ubicación de tus dientes al cerrar la boca y evitando masticar chicle, son algunas de las principales maneras en que puedes prevenir el Síndrome de Disfunción Craneomandibular.
Importancia de la higiene bucodental: La relevancia de una boca saludable
Existen riesgos de subestimar la importancia de la higiene bucodental, pues gracias a esta preservamos la salud de nuestra boca y de nuestro cuerpo.
La importancia de la higiene bucodental radica en que la boca es la primera estación del sistema digestivo y la cual sirve de portal para llevar los alimentos al interior de nuestros cuerpos. Por tal razón, si la boca alberga en su interior, entre sus componentes como los dientes, la encía y la lengua alguna enfermedad, probablemente estaríamos poniendo en riesgo también la salud del resto de nuestro cuerpo.
Importantes investigaciones de la Academia de Odontología General han demostrado que en el 90% de los casos de enfermedades sistémicas, que son aquellas que afectan al cuerpo en general o solo a algunos órganos, existen manifestaciones bucales, por esto la importancia de la higiene bucodental, pues podría alertarnos a tiempo si padeciéramos de alguna de ellas.
Pasos para una verdadera higiene bucodental
La higiene bucodental es un procedimiento esencial para evitar males como la caída de los dientes, el mal aliento y las tormentosas molestias, ya que consiste principalmente en mantener limpios y sanos cada uno de los elementos que se encuentran dentro de la boca a través de una serie de pasos.
1. Realiza el cepillado de tus dientes en más o menos tres minutos, mínimo dos veces por día.
2. Recurre al hilo dental para eliminar la placa dental de entre los dientes.
3. Puedes prevenir enfermedades en las encías ingiriendo alimentos con altos niveles nutricionales, especialmente con vitamina A y C.
4. Aléjate de los cigarrillos y el tabaco, pues su consumo ocasiona enfermedades en las encías y cáncer oral.
No olvides que para tener una boca saludable y que cumpla a cabalidad con sus funciones, es importante mantener una buena higiene bucodental.
Dientes sensibles por Hipersensibilidad Dentinaria
Si al ingerir alimentos dulces y bebidas frías o calientes sientes un molesto dolor, es probable que tengas problemas de dientes sensibles por Hipersensibilidad Dentinaria (HD) o como se le conoce comúnmente, sensibilidad dental.
Es una condición muy común entre los pacientes que acuden a los centros de odontología, sobretodo porque afecta a uno de cada siete adultos. Los dientes sensibles por Hipersensibilidad Dentinaria usualmente aparecen en personas entre 20 y 40 años de edad, sin embargo, en los últimos años también suelen encontrarse en personas más jóvenes.
Causas
El dolor intenso en los dientes sensibles al entrar en contacto con alimentos fríos, calientes y dulces se experimenta cuando la dentina queda expuesta, la cual cubre al nervio y ésta, a su vez, está protegida por el esmalte.
Existen cuatro razones principales por las cuales se expone la dentina, causando dientes sensibles por Hipersensibilidad Dentinaria:
- La abrasión: Consiste en el quebranto del esmalte por el rozamiento con un objeto, que puede ser un cepillo. Una mala técnica de higienización, como frotar los dientes bruscamente al cepillarnos, es comúnmente la razón de este mal.
- La atricción: Este se produce cuando chocan o se rozan fuertemente los dientes entre ellos mismos, lo cual lleva a un desgaste del esmalte.
- La erosión: Surge cuando los dientes se exponen a ciertos químicos, estos pueden estar en alimentos muy ácidos, en algunos productos utilizados para blanquear los dientes y los ácidos gástricos. Por ello, es recurrente encontrar esta condición en personas con bulimia y mujeres embarazadas.
- Algunos procesos odontológicos: Específicamente por la ortodoncia se puede tener dientes sensibles, debido a la recesión gingivinal que provoca.
Tomando las medidas pertinentes se puede resolver el problema de dientes sensibles por Hipersensibilidad Dentinaria de una manera sencilla, siempre y cuando inicies a tiempo.
Enfermedades bucales debido a la diabetes
La irregularidad en el funcionamiento de los vasos sanguíneos en algunas personas deja a su paso, entre otras consecuencias, enfermedades bucales debido a la diabetes. Específicamente, nos referimos a las enfermedades periodontales, las cuales provocan que los dientes no puedan mantenerse en su lugar debido a una infección en los huesos y las encías que los sostienen.
Por supuesto, con el cuidado y las medidas pertinentes se pueden evitar o tratar exitosamente estas enfermedades bucales debido a la diabetes. Sin embargo, la diabetes mal controlada, fumar y los malos hábitos de higiene bucal pueden provocar y agravar los síntomas de estas enfermedades.
Algunos de estos síntomas de las enfermedades periodontales pueden ser los siguientes:
- Irritación y sensibilidad de las encías
- Sangrado al cepillarse
- Retracción de las encías provocando dientes flojos
- Mal aliento
- Flujo de pus en encías y dientes
- Alteración en la alineación mandibular
La clasificación de las enfermedades periodontales está sujeta a diferentes etapas que van sucediendo según vaya avanzando el problema, esto ayuda a identificar en cual fase se encuentra la persona que la padece.
La Gingivitis: Es la primera etapa y por tanto la más leve. Se identifica por el enrojecimiento y la hinchazón de las encías, lo que causa sangrado fácilmente.
La Periodontitis leve: Aquí comienza a desgastarse el hueso que soporta el diente.
La Periodontitis avanzada: Al llegar a esta etapa se muestra un desgaste grave en los huesos y los tejidos que rodean y sostienen los dientes.
Cabe destacar que solo el descuido puede llevar de una etapa a la otra. Si la persona afectada trata las enfermedades bucales debido a la diabetes a tiempo puede erradicarse.
Endodoncia: ¡Un tratamiento que salva dientes!
La endodoncia es un tratamiento odontológico que consiste en extraer la pulpa dañada del diente y sustituirla por una sustancia llamada gutapercha. Por lo general, este procedimiento se hace necesario cuando el tejido interno del diente se ve afectado por caries profundas, fracturas y lesiones en la raíz.
Cuando la pulpa se infecta sufre necrosis pulpar. De no ser tratada a tiempo, esta puede llegar a descomponerse y causar infecciones capaces de destruir el hueso que soporta el diente, sin mencionar el terrible dolor que esto implica para el paciente.
Cómo se realiza la endodoncia
También conocido como tratamiento de canal o “de conducto radicular”, el proceso de endodoncia suele realizarse durante varias visitas al odontólogo, según lo amerite cada caso. Lo primero que hace el especialista es anestesiar al paciente, para luego realizar una pequeña perforación en la pieza dentaria a tratar. Si es un diente anterior, lo normal es que el hueco se haga en la parte trasera; cuando se trata de un molar o premolar la perforación se realiza en la corona.
El siguiente paso consiste en practicar la pulpectomía, es decir, extraer la pulpa. Tras la extracción, el endodoncista procede a ampliar y limpiar el espacio que antes ocupaba el tejido interno, con unas limas mecánicas, acompañadas de irrigación de líquidos antibacterianos. Las limas son insertadas en la cavidad dental con la ayuda de geles quelantes que facilitan el proceso.
Lo común es que luego de la limpieza se cubra la abertura de manera temporal, hasta la próxima visita, que es cuando se procede a rellenar la cavidad con gutapercha. Tras la sustitución del tejido por esa sustancia de goma, se procede a sellar el diente con cemento, para luego colocar una corona que devuelva el aspecto original del diente.
Beneficios para el paciente
La endodoncia aporta importantes beneficios al paciente, siendo el hecho de mantener el diente a salvo uno de los principales.
La durabilidad es también una ventaja. Un tratamiento de endodoncia puede durar toda la vida, siempre que el paciente siga las indicaciones del odontólogo y mantenga una buena higiene bucal.
Precauciones
Debido a que los dientes tratados por endodoncia vienen a ser piezas sin vida, es recomendable sustituir la corona para evitar que se quiebren o fracturen.
Asimismo, es vital que se realicen radiografías post-endodoncia para determinar si el hueso sigue siendo afectado o si el proceso de regeneración está en marcha.
Periodoncia a tiempo evita la caída de los dientes
La periodoncia es la rama odontológica que abarca el tratamiento de la periodontitis, enfermedad que afecta las encías y los tejidos alrededor de los dientes. La periodoncia es tan importante como la ortodoncia, implantes y cirugía oral, por lo que es necesario conocer todas su implicaciones.
De no ser tratado a tiempo, un paciente con periodontitis podría terminar perdiendo las piezas dentales ya que no solo las encías que los rodean se ven afectadas, sino también el soporte óseo.
Etapas de la Periodontitis
La enfermedad periodontal inicia con la Gingivitis, que ocurre cuando las placas bacterianas producen inflamación en las encías, pero sin llegar a implicar el hueso que sirve de soporte a la raíz del diente.
La gingivitis se puede diagnosticar tras observar los siguientes síntomas:
- Enrojecimiento de las encías
- Inflamación
- Sangrado al cepillarse.
Es importante saber que la gingivitis es reversible gracias a que no produce pérdida de hueso ni de inserción tisular. Para eliminar la inflamación se lleva un tratamiento que evitará que se convierta en periodontitis.
La segunda fase es la periodontitis, la más importante pues aquí el hueso que sostiene el diente se ve seriamente afectado.
La periodontitis se puede clasificar en tres etapas: inicial, moderada y avanzada. En la primera la encía se retira, poniendo en evidencia gran cantidad de sarro.
La fase moderada de la periodontitis se caracteriza por:
- Dientes desplazados
- Encías rojas
- Halitosis
- Dolor y sensibilidad con bebidas muy frías o calientes
Además de potenciarse los síntomas anteriores, la etapa avanzada de la periodontitis implica dolor, sangrado abundante y caída de los dientes.
Periodoncia al rescate
Aunque no lo crea, la gingivitis y enfermedades periodontales son más comunes de lo que se cree, pues todos estamos propensos a adquirir una infección en las encías, debido a la placa bacteriana o sarro, principal responsable de las enfermedades tratadas por la periodoncia.
Sin dudas, la clave para impedir que la inflamación avance a etapas más riesgosas es visitar al odontólogo cada seis meses, como minino,o cuando sienta uno de los síntomas mencionados. Es importante detectar la gingivitis a tiempo y llevar el tratamiento adecuado para evitar que se convierta en periodontitis.
Sarro dental: enemigo de la salud bucal
También conocido como “Tártaro dental” el sarro es la acumulación de placa bacteriana calcificada sobre los dientes y en los bordes de las encías, formada con la saliva y las bacterias que se alojan en la boca al no llevar una correcta higiene bucal.
De hecho, el sarro dental no es dañino por sí solo, sino que crea un ambiente favorable para la acumulación de más placa bacteriana. De no ser tratado a tiempo, el sarro podría ser el inicio de una salud bucal en declive, ya que la consecuencia inmediata es la gingivitis, lo que podría terminar convirtiéndose en periodontitis y, consecuentemente, en la pérdida de las piezas dentales.
Cómo detectar y prevenir el sarro dental
A diferencia de la placa bacteriana, el sarro es visible pues su color es marrón y suele situarse por encima de la línea de las encías o entre los dientes.
El momento ideal para prevenir el sarro dental es antes de que la placa bacteriana se calcifique. Realizar un correcto cepillado unas dos veces al día, usar el cepillo adecuado y un método de limpieza interdental son pasos suficientes para evitar que la placa dental se transforme en sarro.
Una vez identificamos las manchas de color marrón en los dientes, no hay forma de deshacernos de ellas si no es yendo al consultorio odontológico para una limpieza dental.
Lo ideal es que no esperemos a descubrir la existencia de sarro dental o sentir alteración en las encías, sino que exista el hábito de realizar una limpieza dental cada seis meses, a fin de evitar estas y otras complicaciones que, además de ser estéticamente desagradables, podrían afectar nuestra salud de manera significativa.
Es importante que mantengas una sonrisa hermosa y saludable, así que llámanos hoy y haz tu cita para una limpieza dental.