El DCM y la Articulación Temporomandibular
El movimiento de la boca para abrir y cerrar es posible gracias a la articulación temporomandibular o ATM.
Acciones como masticar, bostezar, tragar, hablar, se logran a través de la articulación temporomandibular, ya que ésta articula la mandíbula con el hueso temporal del cráneo.
La articulación temporomandibular consiste en un conjunto de cinco pares de músculos que trabajan siempre unidos para movilizar la mandíbula sin ningún inconveniente.
Síndrome de disfunción craneomandibular o DCM
Cuando la articulación temporomandibular no funciona correctamente, causando dolor o molestias, se denomina Síndrome de Disfunción Craneomandibular.
La causa de este síndrome radica en el desplazamiento de la mandíbula al unir los labios porque los dientes no cierran de la manera en que deberían, ocasionando así una alteración en la posición de los cóndilos mandibulares de la articulación temporomandibular.
La población afectada por este mal circula alrededor del 80%, siendo la edad promedio 34 y donde por cada tres mujeres habrá un hombre que la padezca.
Los síntomas de esta condición en la articulación temporomandibular son los siguientes:
- Dolor: En uno o en ambos oídos y con ellos en las ATM, que se puede dispersar como un dolor de cabeza, sobre todo en las sienes. También altera las mandíbulas, garganta, cuello, entre otras.
- Ruidos: Como crujidos de dientes, chasquidos o pitidos.
- Síntomas funcionales: Puede suceder que no se pueda abrir la boca o masticar. Saltos y luxaciones en las articulaciones, apretar los dientes, rechinar, dificultar para escuchar.
- Otros: Se siente adormecimiento en los músculos de la cara, picor en la garganta y oído, molestias en la visión, resequedad de la boca, nerviosismo, etc.
Adquiriendo hábitos como masticar correctamente los alimentos, cuidando la ubicación de tus dientes al cerrar la boca y evitando masticar chicle, son algunas de las principales maneras en que puedes prevenir el Síndrome de Disfunción Craneomandibular.