Un cepillado de dientes correcto siempre será esencial para mantener una salud bucal óptima, la base de todo buen hábito de higiene comienza con el cepillado.

Es recomendable cepillarse los dientes luego de cada comida, sin importar que tan grande o pequeña haya sido sino antes de ingerir los alimentos. En caso de que no pueda estar constantemente lavándolos por motivos ajenos a su voluntad, procure cepillarlos al menos tres veces al día.

Un cepillado normalmente se realiza en dos minutos, dependiendo la situación.

Otro aspecto importante a considerar durante el cepillado de dientes, es el uso de otros complementos que favorecen la limpieza correcta como son: el hilo dental y el enjuague bucal.

Se aconseja utilizar el hilo dental al menos una vez al día o después de comer alimentos que se que se queden atorados. Esto se debe a que a veces un simple cepillado de dientes no basta para retirar o remover todos los residuos de alimentos en la dentadura.

También debemos recordar cepillar nuestros dientes antes de dormir, no podemos olvidar este hábito ya que es de suma importancia debido a que cuando dormimos producimos menos saliva ocasionando que nuestros dientes queden expuestos a más bacterias.

Tiene un gran papel frente a la protección anti caries y eliminación de la placa bacteriana.

La saliva no solo es agua y no está solo como un complemento, de hecho, esta tiene una función muy importante cuando hablamos sobre el cuidado dental. La saliva ayuda a evitar la formación de caries dental debido a su propiedad diluyente y eliminadora de azúcar, al igual de que también funciona como antimicrobiana, por eso lo expuesto anteriormente. También funciona de forma positiva ante la desmineralización.

Ojo, debemos tomar en cuenta la calidad de la saliva, si no aplicamos un cepillado de dientes correcto, nuestra saliva no será de gran ayuda.

Para concluir, recordemos que debemos cambiar nuestro cepillo dental cada tres meses y que la técnica correcta para lograr un cepillado de dientes correcto es mover el cepillo desde la encía hacia al borde, como si estuviéramos barriendo nuestros dientes.