Todo lo que debes saber sobre un tratamiento de conducto
Puede que a veces sienta un dolor intenso en alguna parte de sus dientes al ingerir alimentos o bebidas que estén muy fríos o muy calientes. En estos casos, existe la posibilidad de que usted tenga algún tipo de infección en el nervio de la raíz del diente.
Los dientes están formados por la corona y la raíz, y la capa que recubre el diente se llama esmalte. Éste último funciona como protector, sin embargo, muchas veces deja de hacer su función debido a las caries.
Debajo del esmalte que protege al diente, se encuentra la dentina, y cuando esta es expuesta causa dolor.
Además de las caries, las lesiones en la boca, los empastes flojos, agrietados y repetidos, y por último enfermedades en las encías, son las causas principales de las infecciones.
Para solucionar este tipo de problemas, se recurre al tratamiento de conducto. Este es un proceso sencillo y se realiza de la siguiente manera:
Primero se aplica un anestésico alrededor del diente, esto es para eliminar el dolor durante el proceso. Después, se perfora el diente, se introducen limas junto con un desinfectante y se procede a limpiar las paredes internas del diente.
De no tratarse este tipo de infecciones con el tratamiento de conducto, la persona puede llegar a perder el diente, dañar el nervio o tener una fractura.
A veces, al final del tratamiento de conducto, el dentista sellará el diente para evitar infecciones o que tenga daños mayores en un futuro. Para cuando desaparezcan los efectos de la anestesia, su dentista puede que le indique analgésicos para aliviar los dolores.