Los brackets son aparatos dentales fijos, algunas personas utilizan el término en español “frenos o frenillos” para referirse a estos. Esta palabra viene del inglés braces, como comúnmente las personas se refieren.

Su objetivo es corregir la posición de los dientes. Muchas veces requiere la extracción de algunos dientes para poder ser colocados.
Los brackets pueden ser de diferentes formas, de una sola pieza o de diversas piezas. Los mismos se dividen en:

Autoligado:

Estos pueden ser de metal o de cerámica. No utilizan bandas elásticas y son más eficaces debido a que los dientes se ajustan mucho más rápido. Una ventaja de estos es que para ser instalados no requieren extracción dental. Son perfectos para personas que no desean durar muchos años usando brackets, ya que el tratamiento es mas corto.

Estéticos:

Como su nombre lo dice, son para personas que quieren cuidar la estética de su rostro mediante el uso de estos correctores. Las celebridades, modelos y actores utilizan mucho este tipo de frenillos, debido a que son del mismo color de los dientes, estos no se notan en fotos ni en cámara, son prácticamente invisibles.

Camaleónicos:

Al igual que los estéticos, estos son perfectos para personas que no quieren que se los noten los frenillos. Son translucidos y de colocación mas rápida debido a la forma en que se tratan. Tienen la ventaja de que el tratamiento es mas corto.

Metálicos:

Están hechos de acero inoxidable quirúrgico y utilizan bandas, las cuales pueden ser elegidas del color que el paciente desee. Este aparato es el más común de todos. Con el paso del tiempo, estos han ido achicándose y son cómodos para quien los posee.

Los brackets son unos aparatos correctivos que resultan de forma práctica y efectiva, pero debemos recordar que estos necesitan un cuidado óptimo, razón por la cual no se pueden descuidar las citas con el odontólogo, al igual, el paciente debe ser más cauteloso con la higiene de su boca y los alimentos que ingiere.